La transnacional canadiense Belo Sun denunció que mineros ilegales operan en la zona donde planean iniciar el proyecto de exploración de oro más grande de Brasil. Según la versión de Belo Sun, los ilegales no cuentan con los mínimos permisos ambientales para extraer oro.
Belo Sun Mining es propietaria de 42 derechos mineros para explotación de oro en la provincia de Pará. Volta Grande es el proyecto en Pará que generó el conflicto con los mineros ilegales, quienes operan desde hace más de sesenta años en esta zona de Brasil conocida por su producción artesanal de oro.
El director de operaciones de la Dirección Especializada de Medio Ambiente (DEMA), Walter Freire Cardozo, declaró que encontraron una mina de oro sin autorización en el sitio de exploración de la empresa canadiense. «Para nosotros, no importa si la denuncia proviene de Belo Sun. La evaluación fue motivada por la búsqueda de cuenta del daño ambiental», aseguró.
“Garimpeiros” exigen derechos de explotación
El conflicto entre Belo Sun y los mineros ilegales, conocidos en Brasil como “garimpeiros”, empezó hace tres años, cuando la transnacional empezó a gestionar licencias para extracción minera industrial. Las cerca de 2000 personas que viven en el lugar acusan a la compañía transnacional de intentar expulsarlos sin derecho a indemnización.
«Belo Sun no tiene derecho a estar en esa zona de los mineros artesanales, que están allí por seis décadas. A pesar de esto, la empresa actúa como si poseyera la región, limitando los lugareños y presionando su partida», dijo Leonardo Amorim, abogado del Instituto Socioambiental (ISA).
La policía civil ya abrió una investigación mediante la DEMA a 16 mineros ilegales que han sido citados a brindar declaraciones. La justicia brasileña decidirá el futuro de los “garimpeiros” en Volta Grande, donde se planea invertir más de US$ 1000 millones y mantener un tiempo de explotación de 17 años.
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